Acantilados de Moher (Irlanda)
Los Acantilados de Moher (Cliffs of Moher, en inglés) son una de las principales atracciones turísticas de Irlanda. Se trata de una zona de acantilados sobre la costa del Océano Atlántico de aproximadamente ocho kilómetros de extensión con alturas que llegan a alcanzar los 214 metros y que- aparte de ser un impresionante paisaje natural, nominado para formar parte de las 7 Nuevas Maravillas de la Naturaleza- sirve como hábitat a muchas especies de aves.
Los Acantilados de Moher se encuentran en la costa del condado de Clare, a unos 75 kilómetros al sur de la ciudad de Galway– lo que supone aproximadamente una hora y media de viaje desde ella en autobús por carreteras costeras y reviradas, pero con preciosas vistas- y es uno de los lugares de mayor atractivo turístico de Irlanda. Incluso es habitual que se organicen excursiones de un día desde Dublín, para que quienes no tengan tiempo o posibilidad de quedarse en la costa oeste de Irlanda puedan disfrutar del lugar.
Mirador de Es Colomer
El Mirador de Sa Creueta o El Colomer de Mallorca se encuentra situado en la península de Formentor al noreste de la isla y es una de las primeras paradas e imprescindibles a todo viajero que venga a conocer la isla y descubrir estos bellos paisajes mediterráneos.
Para llegar hasta este mirador nos debemos dirigir hacia Pollença, más concretamente dirección hacia el puerto y la carretera hacia Formentor, comenzaremos a subir su carretera de curvas y en apenas 5 km llegaremos a este mirador que es parada obligatoria de todo turista en este recorrido, que nos lleva hasta el Faro, playas vírgenes o rutas de senderismo entre algunos atrayentes.
Este mirador está situado en una enorme roca de más de 200 metros de altura, tiene un recorrido por ella de unas escaleras con diversos miradores y al final una baranda de hierro en la que ya son famosos sus candados del amor, imagen que ya ha dado la vuelta al mundo entre los turistas.
En este mirador hay espacio suficiente para aparcar, lo que en temporada alta se hace más difícil ya que coches de turistas y autobuses paran siempre aquí. En este recinto nos recibe un monumento a Antonio Parietti Coll, ingeniero que ideó este mirador además de la carretera que lleva hasta el Faro.
Las vistas desde este lugar son espectaculares, lugar donde suele soplar viento, nos ofrecen estas típicas fotografías de esta silueta de este tramo final de la Serra de Tramuntana y el mar mediterráneo, lugar fascinante. Desde este lugar parten varias rutas de senderismo, como por ejemplo la que va hasta la Atalaya de Albercuix, construida a final del siglo XVI y que se divisa desde este mirador. Las panorámicas de la bahía de Pollença desde sus 390 metros de altura deben ser espectaculares.
Comentarios
Publicar un comentario